miércoles, 3 de octubre de 2012

¿ Qué hacer para ayudar e incentivar a los niños en edad escolar?
Desde Zéfiro quiero darles una guía que he recopilado con ayuda de mis amigos docentes, investigadores y como parte de mi experiencia en la docencia.
1.- Si tu niño (a) es pequeño y en edad escolar realiza una agenda ordenada de actividades donde incluyas horas para apoyarlo con su tareas, conversar con él (ella) y decide hacerlo con amor, no de mala gana ni por cumplir, piensa que poco a poco verás que con tu apoyo la criatura caminará solita en el deseo de aprender si te sacrificas un poquito
2.- Si sientes que no tienes capacidad para enseñarle a la criatura ciertas tareas anímate a pedir ayuda, a investigar para él, a comprar libros, a buscar guías. Hoy la educación en los colegios ha cambiado mucho, pero considero que antes era más exigente y reflexiva, hoy veo sorprendida que un porcentaje elevado de profesores son lo que yo llamo “ligths”, les interesa poco que la criatura aprenda más, solo son gente que parece robotizada y los hace aprender de paporreta cosas que muchas veces ni les servirá y ese es otro tema. Por eso conoce a los docentes antes de escoger colegio.
3.- Es importante que leas para tu niño, hermano o infante en casa, que no solo lo hagas cuando es chiquito para contarle cuentos al dormir. Es muy lindo leer con los pequeños y enseñarles con paciencia historias, a resolver sus tareas y ver que se alegran mucho cuando aprenden y se les hace sencillo con solo un empujoncito.
Como experiencia puedo contarles que siempre veo maravillada a mis sobrinos de 5 y 6 años leer felices, preguntar con insistencia sino entienden algo y darme cuenta que van siendo independientes en el acto de estudiar.
Pero ello no sería posible sin el esfuerzo que sus padres y todos los que podemos en la familia los incentivamos en el acto de leer y descubrir cosas. Y cuando les da la pereza se busca que reposen lo necesario, que sean premiados por los logros y que aprendan a ser pacientes con lo que les cuesta aprender.
4.- Resulta vital aprender a conocer el temperamento y personalidad de las criaturas. Algunos (as) son más callados que el resto, otros más expresivos y alegres y otros renegones y poco pacientes, y ninguno de ellos es un castigo de la vida, ni un karma, nada de eso, cada uno es valioso y con talentos que necesitan con calma aprender a descubrir
Aquí hago un alto para contarles una experiencia personal por curiosidad de muchos de mis alumnos. Muchos de ellos creen que ser intelectual es cosa solo de genes y si bien es parte de cierto, el resto es entrenamiento, voluntad y disciplina.
Recuerdo que mi madre me contaba que cuando tuve 4 años en el colegio le hacían mil interrogantes porque soy ambidextra (poder escribir con las dos manos) y en aquellos años eso no era muy bien visto por ignorancia.
Cuando me provocaba cambiaba de mano para escribir y un día salí a la pizarra del colegio y escribí con las dos manos en el pizarrón para sentarme pronto porque esa clase no me gustaba.
Pues se armó el lio en el cole y alguna loca profesora le dijo a mi mamá que eso no estaba bien porque daba mal ejemplo a las niñas y siempre sentí que me veían raro, por tanto no era muy comunicativa con nadie y era experta poniendo malas caras a mis profesoras hasta antes del 3er grado, las ignoraba y les contestaba feo si sentía que me molestaban, era super huraña con ellas .
Solo la pasaba lindo con las monjitas, muchas de las cuales eran psicólogas y me decían que usaba igual mis dos manos porque era un regalo del cielo. Pero con esas profes no me daban ganas más que de estudiar todo lo que me gustaba y lo que no consideraba importante lo estudiaba por cumplir, sin mayor empeño.
Pero gracias a la paciencia de mi madre, abuelos y nana pude vencer ese fastidio. Mi madre me compraba todas las enciclopedias que podía, me leía, investigaba conmigo y estudiaba conmigo y mis dos hermanos hasta tarde pese a trabajar por las mañanas. Jamás me abandonó sino entendía algo y mis abuelos menos.
Y antes de llegar al 3er grado de primaria pude ser muy independiente en el acto de estudiar, me importaba poco si me miraban raro por usar las dos manos para todo, hacia mis tareas sola y evitaba cansar a mi mamá y aprendí a coleccionar libros, revistas, periódicos y todo material que me causaba curiosidad, fui más comunicativa y mis notas siempre fueron sobresalientes, y no por competir, disfrutaba de mis cursos.
Por otro lado, de manera divertida mis abuelos, padre y nana me llevaban a los museos y cuanto sitio histórico debía conocer. Y de huraña pasé a ser más desenvuelta y alegre como mi padre y abuela.
Y siempre odié las matemáticas, pero mis padres lo entendían, me ayudaban con el tema y no me juzgan por ello, solían reírse por mi frase “ay mamá, no seré matemática, pero paso con azulito”.
Sin ayuda de mi familia, jamás habría podido cultivar tantas cosas que hoy me hacen feliz hacer y aprender y el rincón Zéfiro no habría nacido.
5.- Si notan que la criatura tiene problemas para prestar atención es necesario evaluarlos, observarlos, buscar ayuda profesional de psicopedagogos y en algunos casos de neurólogos porque según la OMS de 10 niños 2 padecen trastorno de atención. Y dicha enfermedad se trata con ayuda de neurólogos infantiles y psicólogos educativos.

Niños de escasos recursos cumplieron el sueño de conocer un avion.








Un grupo de 70 niños de escasos recursos cumplieron el sueño de conocer un avión por dentro y ver el funcionamiento de un aeropuerto, invitados por la línea aérea Copa Airlines.
Los escolares provenientes de las escuelas Panamá, México y España, realizaron una visita al aeropuerto Internacional de Santiago Arturo Merino Benítez, donde personal de Copa Airlines brindó una charla sobre requisitos migratorios y de seguridad existentes en las terminales aéreas.
Tras un recorrido en bus por la pista del aeropuerto, el grupo de niños fue recibido por el staff de tripulantes y el capitán de la aeronave, quien los invitó a conocer la cabina de mando y les ofreció una breve instrucción a bordo de la cabina. Además, disfrutaron de un snack sintiendo la sensación de estar a bordo de un avión, cada uno en sus respectivos asientos.
“En Copa Airlines queremos contribuir con el desarrollo de la sociedad. A través de estas pequeñas iniciativas, como conocer un avión por dentro y su funcionamiento, brindamos una oportunidad que puede despertar la curiosidad de los niños por el conocimiento y las vocaciones científicas y técnicas que se necesitan en un país”, afirmó Luz María Peña, gerente general de Copa Airlines.
Durante la actividad, la ejecutiva agradeció la participación de la Embajada de Panamá en Chile, la Cámara de Comercio de México, la Colectividad Aragonesa en Chile y empresas privadas, quienes prestaron todo el apoyo para hacer realidad este anhelado sueño.
 
 
 
 
En esta oportunidad nos encargaremos de desarrollar una nueva actividad con el objetivo de que el grupo comience a conocerse y se aprendan los nombres de sus compañeros.
La actividad comienza con el trabajo del docente o líder del grupo, quien tendrá que dibujar en el pizarrón tantos animales diferentes como alumnos tenga a cargo, luego realizará tarjetas con los nombres de los niños y colocará cada una de ellas al lado de cada uno de los animales que ha dibujado.
Con todo el contexto listo, es momento de comenzar a trabajar con los niños. La idea es que de a uno en uno vayan pasando al frente del pizarrón. El primero en pasar tendrá que encontrar el animal que tiene su nombre al lado, una vez que lo haya hecho tendrá que imitar el sonido de dicho animal. Una vez haya realizado la imitación tendrá que decirle su nombre a todo el resto del grupo.
Así tendrán que ir pasando cada uno de los alumnos, bajo la consigna de que traten de memorizar los nombres de sus compañeros.

Una vez finalizado, la actividad continúa de la siguiente manera:
A esta altura cada uno de los chicos dispondrá de una tarjeta con su nombre, lo que deberán hacer es disponerse en forma de círculo y sostener dichas tarjetas de modo tal que todos puedan observar los nombres de todos.

El docente comenzará a leer cada uno de los nombres y los niños tendrán que ir intentando memorizar los mismos. Luego, las tarjetas se irán pasando de mano en mano por un tiempo determinado, con el objetivo de que queden mezcladas y que cada alumno se quede en su mano con una tarjeta que no contenga su nombre sino otro.

Cuando las tarjetas dejen de girar, el alumno tendrá que leer la que ha quedado en su mano y ubicar al dueño de dicha tarjeta, es decir, al niño con el nombre que figura en ella. Así hasta que cada uno de los alumnos vuelva a tener su tarjeta, momento en el que el docente o líder del grupo se la colocará en su pecho con la ayuda de un alfiler.

Así, con la ayuda del maestro los alumnos se irán conociendo y memorizando sus nombres, al mismo tiempo que se divierten y ejercitan la memoria.
 
 
En esta oportunidad nos encargaremos de desarrollar una nueva actividad con el objetivo de que el grupo comience a conocerse y se aprendan los nombres de sus compañeros.

La actividad comienza con el trabajo del docente o líder del grupo, quien tendrá que dibujar en el pizarrón tantos animales diferentes como alumnos tenga a cargo, luego realizará tarjetas con los nombres de los niños y colocará cada una de ellas al lado de cada uno de los animales que ha dibujado.

Con todo el contexto listo, es momento de comenzar a trabajar con los niños. La idea es que de a uno en uno vayan pasando al frente del pizarrón. El primero en pasar tendrá que encontrar el animal que tiene su nombre al lado, una vez que lo haya hecho tendrá que imitar el sonido de dicho animal. Una vez haya realizado la imitación tendrá que decirle su nombre a todo el resto del grupo.

Así tendrán que ir pasando cada uno de los alumnos, bajo la consigna de que traten de memorizar los nombres de sus compañeros.
Una vez finalizado, la actividad continúa de la siguiente manera:

A esta altura cada uno de los chicos dispondrá de una tarjeta con su nombre, lo que deberán hacer es disponerse en forma de círculo y sostener dichas tarjetas de modo tal que todos puedan observar los nombres de todos.
El docente comenzará a leer cada uno de los nombres y los niños tendrán que ir intentando memorizar los mismos. Luego, las tarjetas se irán pasando de mano en mano por un tiempo determinado, con el objetivo de que queden mezcladas y que cada alumno se quede en su mano con una tarjeta que no contenga su nombre sino otro.

Cuando las tarjetas dejen de girar, el alumno tendrá que leer la que ha quedado en su mano y ubicar al dueño de dicha tarjeta, es decir, al niño con el nombre que figura en ella. Así hasta que cada uno de los alumnos vuelva a tener su tarjeta, momento en el que el docente o líder del grupo se la colocará en su pecho con la ayuda de un alfiler.

Así, con la ayuda del maestro los alumnos se irán conociendo y memorizando sus nombres, al mismo tiempo que se divierten y ejercitan la memoria.